Para comenzar, es importante identificar los riesgos propios de cada tipo. El mayor peligro es la presencia de instalaciones de alto voltaje con tensiones que exceden los límites seguros, es decir, más de 25 V CA o 60 V CC. Estas tensiones se denominan “tensiones peligrosas” y suponen un riesgo para la salud y la vida humana, así que manipular esta clase de instalaciones requiere la autorización correspondiente (consulta la normativa vigente en cada país). Las tensiones peligrosas suelen hallarse en sistemas de propulsión y de aire acondicionado. Otros sistemas emplean una instalación clásica de 12 V.
El primer requisito previo para realizar el mantenimiento del sistema de alta tensión de un vehículo es contar con las certificaciones necesarias. Las tareas de un taller suelen estar divididas, es decir, hay personas responsables del mantenimiento de neumáticos y el chasis, mecánicos encargados de reparar los sistemas mecánicos y electricistas a cargo de la reparación de sistemas e instalaciones electrónicos. Las competencias de los distintos empleados resultarán útiles a la hora de realizar el mantenimiento de vehículos eléctricos e híbridos. Muchos miembros del personal de servicio afrontarán el dilema de definir cuánta autoridad debe de tener cada empleado. La legislación de numerosos países y los fabricantes de vehículos utiliza normas que definen con precisión quiénes deberían contar con las autorizaciones pertinentes y para qué tareas
Según estas recomendaciones, existen cuatro niveles de cualificación:
En el contexto de un taller, una persona sin formación es cualquier persona no empleada por el propio taller, desde el conductor que llega en un vehículo hasta el proveedor de piezas de reparación. Esto se debe a que es imposible determinar su nivel de conocimientos sobre riesgos eléctricos o su manejo de los sistemas de alta tensión. Debe impedirse el acceso al vehículo de personas sin formación en el recinto del taller y la zona de trabajos eléctricos. “Persona formada” hace referencia a personas que, sin ser electricistas cualificados (específico de cada país), han recibido formación y son conscientes de los peligros del vehículo, el equipo de protección individual (EPI) disponible, las marcas en los componentes de alta tensión y los procedimientos y principios de primeros auxilios. Este tipo de formación puede impartirla una persona cualificada para trabajar en una instalación de alto voltaje sin tensión. La persona formada puede llevar a cabo tareas de reparación y mantenimiento del vehículo que no estén relacionadas con el sistema de alta tensión, p. ej., el cambio de neumáticos y la reparación de sistemas como el infoentretenimiento, el de confort o el de seguridad, pero debe saber el alcance de las actividades que puede llevar a cabo y a quién recurrir si es necesario manipular el sistema de alta tensión. Un técnico de alta tensión debería ser una persona con una certificación válida en su respectivo país y conocimientos sobre la estructura de los sistemas de alta tensión. Esta certificación permite desconectar el sistema de alta tensión de un vehículo (para inducir un estado sin tensión, como se describe en la próxima sección), desmontar y manipular aparatos de alta tensión (tras desconectar la tensión) o realizar mediciones en áreas peligrosas (p. ej., mediciones de resistencia). Una limitación del trabajo del técnico es que la alta tensión del vehículo no se puede desactivar, p. ej., al trabajar con una batería de alta tensión (la desactivación de la tensión no es posible por motivos técnicos) o si no se puede establecer un estado sin tensión a causa de una avería en el coche o de un proceso de desactivación erróneo o incorrecto. Una persona cualificada para trabajar en una instalación de alto voltaje con tensión podría interferir en el sistema de alta tensión donde, por ejemplo, no sea posible desactivar la tensión. Garantizar que el personal cuente con las cualificaciones adecuadas permite minimizar los riesgos y gestionar el trabajo de forma eficiente, permitiendo que empleados de distintas especialidades manipulen vehículos con sistemas de alta tensión.
Los peligros que caracterizan el uso de los sistemas de alta tensión se pueden eliminar si se toman las medidas de protección adecuadas, que se especifican en las recomendaciones y guías de los fabricantes. El equipo de protección más extendido son los guantes, esenciales para trabajar con tensión. Son fundamentales para llevar a cabo el proceso de desactivación de la alta tensión. Cuando la alta tensión se haya desactivado, se pueden llevar a cabo otras operaciones sin guantes, salvo las relacionadas con la batería propulsora. La reparación y el desmontaje de este componente exige el uso de guantes incluso tras haber desactivado la alta tensión. Para poder emplearlos en tareas con tensión, los guantes deben haberse fabricado de conformidad con la norma IEC 60903, que regula los niveles de tensión ante los que protege una clase concreta de guantes. Las clases están definidas en una escala del 00 al 4. La clase 0, que protege frente a 1500 V CC y 1000 V CA, es la que más se utiliza en el sector automovilístico. Los guantes de este tipo se caracterizan por un símbolo con dos triángulos impresos en el dorso, que indica que el guante es apto para el trabajo con electricidad. Tenga en cuenta que la fecha de fabricación debe figurar en el guante o en un documento adicional que acompañe los guantes. Se debe tener en cuenta que hay que someter los guantes destinados a trabajos eléctricos a pruebas periódicas, p. ej., cada seis meses (la normativa puede variar por país).