Con esta configuración, por un fallo del circuito eléctrico abierto en la válvula dosificadora ZME, fue necesario recurrir a un bloqueo del arranque y a deshabilitar los inyectores. En los motores 1.6 HDI de anterior generación, equipados con una bomba CP1H, el funcionamiento era inverso. Es decir, con la tensión desconectada, la válvula dosificadora ZME se quedaba cerrada, provocando una caída de presión con el circuito de la válvula ZME abierto. El sistema de baja presión está alimentado por una bomba de combustible eléctrica ubicada en el tanque, mientras que la presión de precarga de 3,5 a 4,1 bar la regula una válvula de seguridad ubicada en la bomba de alta presión. La medición de la presión de precarga puede llevarse a cabo con una herramienta de escaneo, empleando el parámetro del sensor montado en el circuito entre el filtro y la bomba.
Se utiliza un principio de funcionamiento ligeramente diferente en los motores 1.5 BlueHDi, que están preparados para futuras normas de emisiones y acabarán reemplazando a la unidad 1.6. En este motor se utiliza la bomba de alta presión CP4S1 de última generación en el sistema de combustible, con una función denominada eSV (en alemán: elektrisches Saugventil). En los motores VW y Renault también se puede encontrar una solución similar. Aunque el sistema de baja presión no es demasiado diferente, sí que existen modificaciones significativas en el sistema de alta presión.
¿Qué implica este procedimiento? La bomba DFP6.1 no tiene un bloqueo como en los motores 1.5 y 1.6. Por esta razón, ponerlo en el TDC del motor requeriría un ajuste a una posición específica donde el resorte de la unidad de bombeo haga presión contra la leva y gire el eje de la bomba. La instalación de la bomba sería muy complicada en este caso, por lo que los diseñadores han desarrollado un procedimiento para la instalación en la posición posterior al TDC del motor. Otro elemento importante al que se ha de prestar atención está relacionado con los inyectores. Al igual que con la bomba de alta presión, hay algunos detalles técnicos que se han de tener en cuenta al llevar a cabo el mantenimiento del sistema de inyección. La sustitución de los inyectores requiere un procedimiento específico de purga y arranque. Tras instalar los inyectores, atornillar las líneas de alta presión y conectar los rebosaderos, se recomienda ventilarlos creando presión en el riel de inyección, sin controlar los inyectores. Esto se puede lograr girando el motor de arranque varias veces en los conectores eléctricos desconectados de los inyectores. Antes de llevar a cabo esta opción, es recomendable hacer funcionar la bomba de combustible eléctrica varias veces con un punto de prueba de diagnóstico. Durante el funcionamiento de la bomba eléctrica, el combustible que sale del rebosadero de la bomba de alta presión crea una presión negativa en el circuito de retorno de los inyectores. Este efecto es de gran ayuda en la ventilación y es característico de este sistema de combustible, ya que el fabricante siempre ha empleado una boquilla Venturi en el circuito de retorno de la bomba e inyectores. En los motores BlueHDi con sistema Delphi, la boquilla se encuentra en el puerto de retorno de la bomba de alta presión. Una purga inadecuada puede provocar el atasco de las válvulas de los inyectores, lo que tendrá como consecuencia la imposibilidad de arrancar el motor o un funcionamiento irregular del mismo. La instalación y purga en sí no supone el final del procedimiento, porque, además, los inyectores deben codificarse (códigos de 20 caracteres) y, luego, calibrarse mientras se conduce. El proceso de calibración es automático y el controlador del motor lo lleva a cabo automáticamente después de codificar los inyectores. Para que se produzca, después de arrancar el motor, déjelo al ralentí hasta que se caliente, y luego haga una prueba de conducción utilizando el llamado “modo de freno del motor”. Los valores adaptativos se determinan a diferentes presiones, por ejemplo, 230, 400, 800, 1000, 1200, 1600 bar, y han de cumplirse las siguientes condiciones:
La función de auto-adaptación puede llevarse a cabo por completo después de conducir hasta 200–500 kilómetros.
En resumen, las estrictas normas medioambientales obligan a los fabricantes a modificar constantemente los actuales sistemas de control. El concepto y el principio de funcionamiento de los motores diésel más populares siguen siendo los mismos por norma general, pero las configuraciones del sistema de las generaciones posteriores difieren en determinados detalles. Los cambios continuos en los parámetros de funcionamiento, como, por ejemplo, la presión de inyección, el número de inyecciones por carrera del motor o la expansión de los sistemas de tratamiento de gases de escape, requieren cambios de diseño que pueden suponer un serio desafío para los talleres de reparación. La falta de conocimiento de las especificaciones, la configuración específica y las dependencias de los componentes individuales del sistema puede ocasionar enormes dificultades en el diagnóstico.
Este artículo ofrece una selección de temas relacionados con la gama de motores de la serie BlueHDi que, en la práctica, ayudarán a los talleres a mejorar sus procesos de mantenimiento, diagnóstico y reparación de estas populares unidades de propulsión.